Hestia Alliance ofrece pautas para mejorar la gestión emocional de la pandemia

26 Abr Hestia Alliance ofrece pautas para mejorar la gestión emocional de la pandemia

Dentro de la adaptación de los protocolos que Hestia Alliance ha llevado a cabo para mejorar su respuesta asistencial en la pandemia ocasionada por el Covid-19, las pautas para mejorar la gestión emocional ha sido uno de los puntos clave. El equipo de Psicología del Grupo, ha elaborado una serie de consejos para contribuir a que el miedo al coronavirus y la sensación de soledad y aislamiento derivada del confinamiento no se conviertan en un problema añadido en esta situación excepcional:

• Evitar tanto la sobreinformación como la desinformación. Es aconsejable concentrarse en saber de la enfermedad máximo una vez al día y, preferiblemente, a través de prensa escrita. Cuanto más se aplaza la información, mejor pero sin que eso implique evitarla completamente.
• Relajarse y ejercitar distracciones (películas, series, conciertos on-line, libros…)
• Evitar hablar continuamente del tema. El pánico genera más pánico.
• Atentos a intentar no pensar. Una recomendación eficaz, que puede beneficiar a toda la población sin contraindicación alguna, es la técnica del «después te pienso». Consiste en afrontar las dudas o pensamientos negativos como si les hiciese una foto- no una película-, diciendo «después te pienso» para aplazar lo máximo posible pensar sobre ellos, bloqueando la búsqueda de una respuesta o prueba que asegure el futuro, puesto que éste es incierto y aceptar esta incertidumbre evita la duda patológica-
• Evitar el exceso de evitaciones, precauciones y prevenciones, para atajar la sobreprecaución o el sobrecontrol que no hacen sino alimentar pensamientos negativos y que pueden tener consecuencias desastrosas, como no acudir a un centro sanitario en caso de necesidad, lavarse de forma compulsiva o llevar la mascarilla sin fundamento.
• No aislarse, mantenerse en contacto con familia y amistades.
• Mantener las rutinas diarias y hacer vida normal en la medida de lo posible.
• Reconocer los propios sentimientos y aceptarlos, y si se necesita compartirlos con personas cercanas o escribir un diario.
• Asumir los pequeños riesgos de la vida, lo que implica aceptar el miedo y tener valor para seguir con tu vida diaria.
• Aceptar que hay una parte de la situación que no está en tus manos y no podrás controlar ni preveer.