07 Oct Miquel Pujol: “Estamos esperanzados con nuevas pruebas, nuevos tratamientos y vacunas”
Con cifras y letras, y la confianza de que nos enfrentamos a la situación actual en mejores condiciones que la de la primavera pasada. Miquel Pujol Rojo ha repasado para los profesionales la actualidad diagnóstica y las claves de la transmisión comunitaria y nosocomial en el marco de una sesión clínica por videoconferencia organizada desde Hestia Duran i Reynals.
Su condición de jefe de Sección de Enfermedades Infecciosas, del Hospital Universitario Bellvitge de Barcelona y director del programa VINCat (Vigilancia de Infección Nosocomial en Cataluña), convierten al doctor Pujol en voz autorizada para hablar de la emergencia sanitaria motivada por el SARS-COV-2.
“Este virus es un asesino: por su máxima capacidad de transmisión en la fase pre-sintomática, por la transmisión por gotas y, probablemente, por aerosoles, por la existencia de población no inmunizada susceptible a la infección y por su elevada mortalidad”, afirma expresivo el doctor, para afirmar acto seguido su convicción de que “nos enfrentamos ahora con un mejor conocimiento sobre la transmisión y la fisiología del virus y del tratamiento farmacológico de la infección, y la disponibilidad de nuevas técnicas diagnósticas y situación serológica del paciente”.
Este es el contexto en el que Miquel Pujol sitúa los retos actuales, a su juicio, “continua la diseminación global del SARS-COV-2, acabamos de reabrir las escuelas sin que sepamos cómo incidirá en la transmisión, la llegada del otoño puede aumentar los virus respiratorios y tenemos ensayos de la vacuna en fase 2-3, algo que nos hacer estar esperanzados, porque, en contra de lo que sostienen otros, yo pienso que no se va a demorar mucho”.
Mientras eso sucede, y tras el rebrote más marcado que han experimentado España y otros países de su entorno- bien resumido en el fuerte contraste entre la situación y la conducta en comparación con otros focos potentes como Nueva York- Pujol insiste en la necesidad de incidir en las medidas de prevención no farmacológica: uso de mascarilla, distanciamiento físico y evitar multitudes y realizar actividades en exteriores siempre que sea posible.
“No hemos sabido explicar adecuadamente la importancia de estas medidas en relación a un virus con una dinámica de transmisión heterogénea y máxima capacidad de transmisión en fase pre-sintomática”, subraya el experto con el aval que ofrecen diferentes estudios relacionados con la intensificación del uso de mascarilla entre profesionales y pacientes, traducido en un descenso de la positividad del 21 al 11 por ciento, la diferencia en la transmisión en espacios interiores o exteriores, o el impacto de los no especialmente frecuentes, pero muy significativos, eventos de ‘superdiseminación’. Esta incapacidad se ha visto agravada por las fake news y las teorías conspiranoicas que surgen siempre en momentos de crisis”, lamenta
Pero, tal y como él sostiene, no todo son noticias negativas. “Se acaban de presentar, por ejemplo, los resultados de un anticuerpo que consigue reducir hasta un 72 por ciento el riesgo de ser hospitalizado y contamos con investigaciones recientes apuntan cómo podemos conseguir mantener la tasa de transmisión, el famoso RO, por debajo de 1, utilizando intervenciones no farmacológicas, mascarilla, distancia física…, compatibles con la actividad económica y social”, enfatiza Pujol.
Esas intervenciones, que requieren la colaboración de todos, ha de complementarse con otras acciones. “Hay que seguir trabajando en determinar cómo se transmite el SARS-COV-2 e identificar cuales son los entornos y actividades que contribuyen a la transmisión, además de implementar medidas de control efectivas, de manera muy rápida y eficiente en el caso de entornos y colectivos vulnerables, caso de las residencias de ancianos”, abunda el doctor Pujol.
En cuanto a la transmisión nosocomial, medidas de control tales como el uso de mascarillas, tanto entre los profesionales como los pacientes, y el rigor en la higiene y la desinfección, sobre todo de las áreas donde están ingresados pacientes positivos, el testeado frecuente, el aislamiento o el distanciamiento físico “hacen que las infecciones nosocomiales sean un evento poco frecuente”, según el director de VINCat, para quien el avance en los métodos diagnósticos también es clave tanto para atajar la transmisión comunitaria como nosocomial.
“Aunque la PCR es el gold estándar en las pruebas diagnósticas, contar con técnicas serológicas y rápidas de Ag, ayuda. Por ejemplo, las técnicas rápidas de antígenos en frotis nasal o saliva puede ser una solución óptima en determinados entornos en los que la PCR puede tardar horas o días puesto que ofrecen un resultado rápido a un coste muy ajustado y con una sensibilidad y especificidad muy importante, con diagnósticos, tanto positivos como negativos, por encima del 97 por ciento”, ilustra el doctor Pujol, quien se abona al optimismo. “Estamos esperanzados con nuevas pruebas, nuevos tratamientos y vacunas”.
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