10 Abr La aportación de la neuropsicología en el diagnóstico diferencial de la demencia y otras entidades, a examen en Hestia Duran i Reynals
“Demencia vs depresión, ¿cómo diferenciarlos? Un enfoque desde la neuropsicología”, es el título de la sesión formativa que acogerá el jueves, 11 de abril, a partir de las 13:30 horas, el Salón de Actos “Dr. José Ramón Royo y Casterá” de Hestia Duran i Reynas. Aida González será la encargada de ilustrar a los asistentes sobre la importancia y las aportaciones de la neuropsicología a la hora de diferenciar la demencia de la depresión, o más exactamente de la pseudodemencia depresiva, “una entidad que puede presentar similitudes con la demencia a nivel sintomático, pero que no lo es”, adelanta la ponente.
Aida González (Burgos, 1994) descubrió su vocación- la neuropsicología, una disciplina que estudia la relación entre las estructuras del cerebro y la conducta humana- mientras cursaba su Grado en Psicología en la Universidad del País Vasco. Está a punto de terminar el Máster en Neuropsicología clínica infantil y de adultos de la Universidad Autónoma de Barcelona en el que se enmarcan las prácticas que está realizando en el Servicio de Neurorehabilitación del Hospital de Día Hestia Duran i Reynals, donde, principalmente, realizan sesiones de tratamiento grupal a nivel neuropsicológico en pacientes con patologías tales como enfermedad de Huntington, Parkinson, esclerosis múltiple o daño cerebral adquirido.
“En la sesión vamos a abordar la situación de pacientes que presentan quejas a nivel cognitivo, especialmente de tipo amnésico. Sin embargo, no siempre estas quejas son el aviso de una demencia a nivel neuronal, sino que los déficits congnitivos son secundarios a síntomas depresivos, y pueden verse incluidos por factores externos como el fallecimiento de alguien cercano, un cambio de domicilio u otro acontecimiento estresante”, detalla González.
Para la psicóloga burgalesa, la diferenciación de estas dos entidades es clave a la hora del abordaje puesto que permite “ajustar el tratamiento farmacológico y, en el caso de paciente con pseudodemencia depresiva, complementarlo con psicoterapia, lo que puede contribuir a una notable mejoría de su estado. Para el diagnóstico diferencial, en ocasiones es necesario un estudio neuropsicológico que permitan salvar las dificultades que los médicos, o nosotros mismos, podemos tener a la hora de evaluar al paciente”.
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